Entrevista
Mi buen amigo Rafael Vázquez me ha animado a publicar esta entrevista, tomando preguntas y respuestas de muchas de nuestras conversaciones cofrades, siempre en torno a nuestra afición compartida por el modelismo.
A pesar de nuestras muchas conversaciones sobre el modelismo cofrade, nunca te he preguntado algo básico: ¿Cómo empezaste en este mundo?
Puede parecer grosero por mi parte, pero lo cierto es que empecé un poco por orgullo y arrogancia artística (risas). Contaba yo con 18 ó 19 años cuando, en plena Cuaresma, paseaba junto a unos amigos por la ciudad. Pasamos por un escaparate de un comercio, adornado con artículos y enseres cofrades, con tres maquetas de pasos procesionales en primer plano. Todos nos detuvimos a contemplar aquellas pequeñas obras de arte, las primeras que veíamos en Granada. Y aunque los comentarios de todos mis conocidos fueron de alabanzas y de “¡qué bonito!”, yo de forma arrogante sólo conseguí decir “Yo lo haría mejor”. Mis amigos me retaron a hacerlo, y aquí estoy. Desde luego que lo que hago hoy no tiene nada que ver con mis inicios, pero la verdad de mis orígenes es esa. Mi anterior base de modelista, iniciada y desarrollada en el modelismo comercial, dio lugar a esta otra fase, en la que yo me fabricaría mis propias piezas. Tengo claro que sin mis años de aprendizaje en el modelismo, montando kits de motos y aviones, hoy no estaría aquí.
Hablas siempre de modelismo cofrade y maquetas. ¿Qué diferencia hay con la maquetería y la miniatura?
Ninguna. Todas esas denominaciones hacen referencia al mismo hecho. Sin embargo, no todas me parecen igual de acertadas o correctas. El término español más correcto y antiguo de todos es “maqueta”, que hace alusión a un modelo de reducido tamaño que reproduce cualquier objeto (monumentos, construcciones, seres, etc). Sin embargo, con la entrada en el ambiente comercial español de productos extranjeros, se adaptó el término “Modelismo” procedente del inglés, ya que en esa lengua el concepto “model” significa algo así como prototipo, es decir nuestra maqueta. El término “miniatura” es también adecuado en lo que se refiere al tamaño del objeto reproducido, siempre de pequeñas dimensiones. Pero el concepto de miniatura tiene un componente artístico que no lo tiene la maqueta. Mientras que la maqueta es un modelo funcional, que el modelista emplea para hacerse una idea del volumen y las formas de la obra a tamaño real, la miniatura es siempre un objeto delicado, artístico. Por último, el híbrido “maquetería” es de reciente creación, que ni siquiera recoge el Diccionario. Creo que viene de la confusión entre maquetismo y marquetería, pero a mí particularmente no me gusta. La marquetería, oficio noble artesano, no tiene nada que ver, mejor dejarlo aparte.
¿Qué es para ti el modelismo cofrade, pasatiempo o devoción?
Decididamente creo que ambas cosas. No conseguiría deslindar una cosa de la otra. Desde luego que en un principio lo que me movió fue la afición, pues cuando me aventuré con mi primer paso a escala ya llevaba un aprendizaje anterior producto de mi pasatiempo. Y también es al apartado del ocio al que le debo el empuje diario y la constancia en mi trabajo. Pero pese a todo, si no hubiera sentimiento y devoción, nada de esto sería posible. En cualquier otra faceta del modelismo basta con que te guste el hecho de reproducir el modelo (modelismo de fantasía, de ciencia ficción, de arte o historia…); pero en el caso de la Semana Santa tiene que haber algo más.
¿Qué opinión te merece el panorama actual del modelismo cofrade?
Creo que está experimentado un auge, casi un “boom”. Ciñéndome al caso andaluz, en provincias como Sevilla, Málaga y Cádiz, el modelismo cofrade goza de cierta tradición, debido lógicamente al arraigo histórico y social de sus respectivas Semanas Santas. Mientras, en las otras provincias se trataba más bien de una afición oculta y sin arraigo, por no hablar ya de la situación que se vivía en el resto de España. Hoy día, gracias sobre todo a Internet, a la ruptura de barreras y distancias, y al empuje que recobra la Semana Santa, esa tradición modelística de arraigo se está expandiendo al resto de provincias, contagiando incluso a otras comunidades españolas. Cada vez son más los comercios de ámbito cofrade que incluyen en sus catálogos el apartado de miniaturas, y las páginas y blogs que hablan de esta afición son muchos. También crecen las exposiciones y concursos, así como los coleccionables de prensa. El modelismo cofrade ha dejado de ser una afición oculta, latente dentro de los hogares de dos o tres cofrades locos para ser una afición en toda regla, que en algunos casos bien puede ser considerado arte.
¿Crees que a su vez esta afición te aporta algo?
No me cabe ninguna duda de que en mi relación con el modelismo es más lo que recibo que lo que puedo aportar. Directamente el modelismo cofrade es una puerta abierta a mi lado más creativo y “artístico”, si me permites la expresión. Es la válvula de escape perfecta para sentirme un poco artista y más cofrade. Mis maquetas me permiten desarrollar unas capacidades artísticas que, de otra forma, quedarían adormecidas dentro de mí. Indirectamente el modelismo me ofrece otras muchas cosas, como tu amistad, por ejemplo. Estos pasos en miniatura, a simple vista inofensivos e inertes, son un incentivo constante para aprender cosas y conocer personas.
Tal vez sea esta la pregunta que más veces te han hecho: ¿Podrías decirnos qué tipos de materiales usas para tus trabajos?
Jajajaj… (risas) cierto, Rafa, esa es una de las preguntas que más veces me han hecho, pero me agrada ver que mi trabajo despierta cierta curiosidad en la gente, y que no les convence fácilmente cualquier explicación. Los tres materiales básicos que empleo son la madera, el plástico y la masilla de modelar. Puede que en un momento dado, para piezas concretas, acuda a otros materiales tales como el cobre o el estaño, pero no son nada habituales en mis maquetas. A excepción de la tela, que es engorrosa, estoy abierto a cualquier material y siempre ando experimentando.
La madera que más empleo es el llamado DM, un compuesto prensado fácil de cortar, que se adhiere bien a todas las superficies y de gran rigidez. También acudo a otros tipos de maderas tratadas y apropiadas para el modelismo, como el haya, el boj o el sapelli. El plástico es cada vez más el material estrella, ya que no es del todo caro y ofrece multitud de posibilidades. Desde perfiles exclusivos para modelismo hasta hojas de encuadernación, pasando por tubos de pvc, el plástico es ideal para cualquier maqueta. Por último, la masilla y la pasta de modelar son los productos adecuados para modelar imágenes y recrear detalles.
Muchos cofrades se deleitan con las magníficas reproducciones que todos contemplamos en escaparates y exposiciones de nuestras ciudades llegada la Cuaresma, y a buen seguro algunos de esos cofrades quieren dar el salto a la afición del modelismo cofrade. ¿Cuáles son para ti las fases principales del montaje de un paso a escala?
Una vez elegido el paso que queremos reproducir (evidentemente será el de nuestra hermandad, jejeje….) hemos de comenzar por un buen dibujo a escala del paso, tanto visto de frente como de un lateral. No es necesario que sea un dibujo excesivamente detallista, pretendiendo plasmar cada ornamento del paso, pero sí debe recoger lo más básico, como partes del canasto, molduras y formas principales; ancho y contorno de los respiraderos, altura de las imágenes, etc. Esos dos dibujos serán siempre nuestro referente, e intentaremos a partir de ahora realizar cada pieza en función del boceto.
Cuando no dispogamos de las imágenes, sugiero comenzar elaborando primero el canasto del paso, ya que es lo más voluminoso y que más trabajo requiere. En caso de error en las medidas, siempre será más fácil cambiar la imagen que el paso.
Cuando tengamos el canasto terminado, realizaremos la parihuela a la medida de éste; así evitaremos descompensaciones entre uno y otro. Por último, realizaremos los respiraderos y los detalles del paso (faroles, ángeles, flor, faldones, etc). Hay gente que se siente más cómoda comenzando por la parihuela con muy buenos resultados, pero personalmente creo que conviene tener en cuenta que no siempre las piezas acaban saliendo como uno proyecta. Por eso me parece más acertado hacerle una parihuela a medida a las piezas que realmente importan.
¿Por qué Maquetas San Marcos hace tanto hincapié en las escalas?
Ummm, ¡esa pregunta me suena a crítica por quisquilloso! (risas). Pero sí, es una gran verdad que siempre remarco ese aspecto en cada trabajo y en cada comentario. Más que escala, suelo ser un quisquilloso con la proporción. Proporción y más proporción. Pero desde luego que ese asunto esconde tras de sí el concepto de escala que comentas.
La escala, es decir, la unidad de equivalencia entre el paso real y su reproducción en pequeño, es en mi caso mi seña de identidad. Aunque tradicionalmente los modelistas cofrades trabajan con una escala grande, tal vez la de 1/9, yo trabajo con otra un poco más reducida, la 1/12. La razón de esta elección es doble: por un lado me distancio de esa rama comercial, que tiene bien implantados sus accesorios en el mercado; por otro lado trabajo en una escala tradicional del modelismo en otras facetas, y en la cual me siento más cómodo. Lo más pequeño me parece siempre más bello.
Pero volviendo a la proporción, creo que es la regla de oro de todo modelista. Una vez elegida la escala que sea para nuestra maqueta, hemos de respetarla de inicio a fin en nuestro proyecto. Romper la escala colocando piezas que descuadran la proporción, además de demostrar la poca experiencia como modelista, afean mucho la maqueta y esconden el verdadero trabajo que hay tras una miniatura. Para mí no hay nada peor que ver un canasto artesanal bellamente reproducido adornado con flores enormes; o pasos soberbios que demuestran el saber hacer del modelista rematados con imágenes grandotas. Prefiero ver un paso proporcionado con elementos mal conseguidos que un paso desproporcionado con accesorios perfectos. El comentario de “eso es comprado” (porque la pieza desentona del resto) destruye el verdadero trabajo de modelista.
Para aquellos que se quieran iniciar en el modelismo: dinos un paso de hermandad penitencial que te parezca fácil de reproducir.
Creo que hay muchos pasos de estilo sobrio, normalmente renacentista, que no son del todo complicados, ya que sus canastos son de líneas rectas. Pasos como estos pueden ser el del Cristo de la Buena Muerte de los estudiantes de Sevilla, el de Jesús Despojado de Sevilla, el Gran Poder de Granada o el Cristo de la Fundación de Sevilla. En Andalucía tenemos muchos pasos sencillos de gran gusto y valor artístico. Cualquiera de ellos, con la menor cantidad de imágenes posible, me parece ideal para comenzar en el modelismo.
¿Y cuál sería en tu opinión un paso difícil?
¡Pues casi todos los demás! (risas). Bromas aparte, creo que hay pasos verdaderamente complicados para reproducirlos a escala, debido a sus formas valientes, con constantes entrantes y salientes en el canasto. Esos pasos, por esa razón, me parecen difíciles, sin atender para el número de imágenes que portan. Esos pasos de talla valiente, como por ejemplo casi todos los que salen del taller de Guzmán Bejarano, son un quebradero de cabeza para el modelista. Si a eso le sumas la reproducción de tallas de cuerpo entero, entonces la dificultad aumenta. El Cachorro de Sevilla y el paso de Jesús de la Sentencia de Sevilla me parecen dos buenos ejemplos de lo que digo.
¿Hay partes fáciles y difíciles en el montaje de una maqueta?
Para mí no hay partes que por sí mismas sean constantemente complejas en cada maqueta, ni tampoco me gusta menospreciar una pieza considerándola facilona. La experiencia me ha demostrado que lo que a priori parece fácil puede volverte loco. Trato a todas las partes de la maqueta con la misma intensidad y esfuerzo. La maqueta ya se encargará de ponerme las cosas más difíciles (risas).
Cuando ves una maqueta cofrade de otro autor ¿en qué parte te fijas más?
A lo primero que presto atención es al volumen que ocupa. Presto antención a si la maqueta guarda las proporciones mínimas de ancho, largo y alto, porque como te decía antes es primordial. ¡Proporción!. En el primer impacto visual la maqueta tiene que parecer compacta y a la vez coqueta. Si las imágenes son grandes, o el canasto estrecho, eso llamará nuestra atención.
En un segundo momento me gusta apreciar todos los detalles del canasto del paso, siempre me ha parecido la parte más importante en las maquetas de este tipo. Después de apreciar y valorar el paso procesional me fijo en las imágenes. Si me preguntas por partes concretas, me gusta investigar si los posibles accesorios comprados para montar el paso están bien integrados en él.
¿Cuál sería tu mayor obra como maquetista cofrade?
Creo que aún es muy pronto para poder dar una respuesta, porque me queda mucho camino que recorrer. Tal vez dentro de unos años, si Dios quiere, sepa decidir cuál de mis maquetas es mi máximo exponente. Por ahora sólo puedo pensar qué proyecto me involucraría más como artista, y sin duda es el de crear un paso de Descendimiento bajo mi propio diseño y concepción de paso procesional. Crear un paso completamente original, aunque sea a escala, creo que me completará como artista, si es que me puedo considerar como tal.
¿Cómo valorarías el arranque de Maquetas San Marcos?
Creo que está siendo un arranque lento y algo tímido, pero altamente positivo. Dar a conocer mi trabajo era una incógnita por lo que pudiera suscitar. Los modelistas y comercios dedicados a esta categoría de modelismo son muchos, pero no sabía cómo acogerían los cofrades mi propuesta. En este sentido, aunque las visitas al blog (que son mi referente) son todavía pocas, sé que los comentarios son positivos. Creo que a la gente le agrada mi trabajo y lo valora en su medida.
Para terminar, hablemos algo del futuro de San Marcos. ¿Qué porvenir crees que le espera a tu proyecto?
Creo que el blog se consolidará como el mejor escaparate de mi trabajo. Seguiré dedicándome a él con todo el empeño, como he hecho hasta ahora, intentando siempre mejorarlo para el disfrute de todos los aficionados y aprendiendo a la vez de ellos. Pero creo que de ahí no pasará, las dificultades para dar el salto profesional están siendo muchas más de las esperadas, por lo que es una idea prácticamente descartada. Creo que el futuro de San Marcos es el de continuar como seudónimo artístico el tiempo que el público diga.
Gracias Rafa.
